La importancia de estos dispositivos no puede ser exagerada porque los interruptores son una de las partes más importantes de los sistemas eléctricos que están diseñados para protegerlos de sobrecargas y cortocircuitos. Su propósito es apagar el circuito eléctrico cuando la corriente que fluye a través de él alcanza un valor predeterminado, con el fin de prevenir riesgos de incendio o daño a los dispositivos conectados al circuito. Las ventajas de los interruptores no se limitan solo a la seguridad; ellos aumentan la salida efectiva, disminuyen los costos de mantenimiento y aseguran que se cumplan las prácticas seguras mandatorias. Al instalar interruptores de alta calidad, las organizaciones tienen mayores probabilidades de mejorar la seguridad y fiabilidad de sus sistemas eléctricos y, por lo tanto, de los sistemas.